Todos los años, cuando los temporadistas nos visitan en Carnaval y Semana Santa, aparecen en la avenida Pablo Saher de Los Taques, unas pequeñas plantas a lo largo de la avenida, cual Bonsáis Paraguaneros a la espera de los visitantes. Diferentes especies, que en el futuro se convertirán en árboles de flores y sombras, aparecen como por arte de magia ante la presencia del acostumbrado “operativo”. Lo extraño del asunto es que el turista todos los años ve las plantitas del mismo tamaño, ¡no crecen!. La explicación a este extraño fenómeno no es que esas plantas hayan sido sometidas a la milenaria técnica oriental para ser convertidas en Bonsái, sino que todos los años, una vez que el turista regresa a su lugar de origen, las plantitas son abandonadas a su buena (o mala) suerte, muriendo irremediablemente, concretándose así uno de los ecocidios más reiterados de los cuales tengamos noticias en nuestro estado. El próximo año vendrán los turistas, comenzará el “operativo”, se comprarán nuevas plantitas y se repetirá el ciclo cual ritual anti ambientalista.
El año pasado se llegó al colmo de abandonar en las aceras, en las bolsas plásticas en las cuales vienen protegidas desde los viveros, a más de treinta plantas, sabe Dios por que motivo, aparte de la negligencia. A un mes de haber regresado los turistas a sus hogares, solo quedaban las bolsas plásticas y las pequeñas plantitas con sus hojas chamuscadas por el sol, sin haber tenido la oportunidad de que sus raíces hiciesen contacto nuevamente con la madre tierra, y convertirse en lo que hubiese sido un hermoso árbol de flores y sombras para la avenido Pablo Saher de Los Taques.
Este año ya comenzó el operativo para la temporada de carnaval. Las plantitas esperan en los viveros, rogándole al Dios de las plantas que no caigan en las manos del gobierno municipal de Los Taques ni sean destinadas a la Avenida Pablo Saher. De ser así, un destino corto y triste les espera, sin que nadie haga nada para evitarlo.
